"YO HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS"
El pasado 9 de Octubre fue una gran noche para la
Iglesia en Santa Cruz, ya que se dio lugar con mucho éxito a la Conferencia Anual de Hombres, que se tituló “Yo hago nueva todas las cosas”, recordando la afirmación que hizo el Espíritu del Señor al apóstol Juan (Apocalipsis 21:5).
Se tuvo una asistencia de 113 personas, de los cuales 25 eran discípulos, que con la ayuda de las hermanas, trabajaron arduamente durante varias semanas para llegar a este evento.
La conferencia fue dirigida por Henry Burgos, líder de la Iglesia, quien explicó tres puntos importantes del tema.
Henry compartió con los asistentes que para ser un nuevo hombre se precisa de una Nueva Fe, pero a través de Jesús tal como le sucedió al apóstol Pablo (Filipenses 3:4‐11) que transformó su vida poderosamente dejando atrás todas las creencias con las que había vivido durante muchos años, ahora para seguir a Jesús nuestro salvador. El siguiente punto explicado fue la importancia de contar con una Nueva Esperanza, puesto que al estar unidos a Cristo se es una nueva persona (II Corintios 5:16‐17). Todos los errores y pecados del pasado quedarían atrás y lo que El Señor tiene para el futuro es mucho mejor, fue una de las re‐ flexiones de la noche “sólo para hombres”, pero con una visión espiritual.
Finalmente, se dijo cómo es posible tener una Nueva Visión, pues el hombre nuevo ve las cosas de una manera nueva también y su forma de pensar cambia (Romanos12:2), porque sus intereses, sus motivaciones y su propósito se hace ahora espiritual, desea agradar a Dios y no al mundo.
Continuando con el evento, tres de los discípulos de la Iglesia, Antonio, José Luis y Pedro interpretaron la canción “De viejo a nuevo”, la cual fue compuesta por uno de sus intérpretes: Antonio Adorno. Al final de la conferencia se sorteó premios entre los invitados, cuyos ganadores compartieron algunas palabras junto a los miembros de la Iglesia que los invitaron. Luego todos pudieron compartir un refrigerio y hacer nuevos amigos.
Es un gran desafío ser un Hombre Nuevo en nuestra sociedad actual, donde el machismo, la competencia y las apariencias están en la mente de los hombres de manera muy arraigada.
Sin embargo, estamos convencidos de que aquella noche Dios movió el corazón de las personas para que no pierdan la esperanza de que es posible ser un hombre nuevo con Dios.
Como discípulos hombres debemos ver que tenemos el favor de Dios, que somos llamados a continuar trabajando con aquellos amigos que estuvieron presentes esa noche y creer más profunda‐ mente que somos llamados a ser nuevos y que también debemos ayudar a muchos para que tengan esta misma esperanza.
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