El pasado 14 de marzo fue un día muy especial para nuestros hermanos en la fe Amado Mole y Saddy Hinojosa, que tomaron la decisión de casarse por la Iglesia y recibir la bendición de Dios, estaban llenos de alegría y fe por su decisión.
Ellos se casaron el 2000 antes de ser discípulos, su matrimonio como el de muchos fue destruido por el pecado y terminaron separándose, luego Amado fue invitado a la iglesia y se convirtió en discípulo en enero del 2003, posteriormente compartió su fe con su esposa Saddy, de quien continuaba separado y ella también se hizo discípula el mismo año en el mes de mayo y así volvieron a tener un nueva oportunidad para su matrimonio.
Ellos pudieron reconstruir su relación mediante muchos consejos y aprendiendo de la humildad, de esa manera luego de perseverar casi seis años como discípulos ellos quisieron casarse y renovar sus votos con fe y con el deseo de honrar a Dios. Hoy en día muchas parejas viven la decepción, la frialdad y el fracaso en sus relaciones pues no conocen lo que Dios puede hacer en sus vidas. Por ello, cada matrimonio en la iglesia es llamado a perseverar, honrar a Dios y así disfrutar de una vida feliz y traer esperanza a muchos matrimonios a quienes Dios quiere dar una nueva oportunidad.
Amado y Saddy con sus familiares
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